A
continuación algunas indicaciones útiles para trabajar con este
material.
- La plastilina no se
come. Muchos niños pequeños todavía intentan conocer el mundo
metiéndose las cosas en la boca. La primera lección debe ser sencilla: no se
come, sólo se finge que se come... Enséñale cómo.
- Que empiece sólo con las
manos y los dedos. Al principio es conveniente trabajar de esta manera
para que el niño conozca la plastilina, el tacto que tiene y cómo responde.
Después podrás ofrecerle cosas que pueda utilizar para dar forma a la
plastilina, como un palito de helado, un cuchillo de mantequilla, un rodillo de
amasar y unos moldes para galletas. Sugerencia: puedes utilizar un triturador de
ajos para hacer serpientes, fideos e incluso pelo.
- Experimenta.
Enséñale a hacer serpientes o pelotitas con una mano, o con las dos, sobre la
superficie de la mesa. Pon algo de plastilina en el triturador de ajos y a ver
qué pasa. O utiliza el rodillo para aplastar la plastilina y después los moldes
para simular que haces comida, como galletas, una tarta de cumpleaños,
pastelitos o pizza insistiendo en que no se deben comer.
Manipular
la plastilina fortalece los músculos de la mano y los dedos y
fomenta el desarrollo de la motricidad fina y la
coordinación de ojos y manos.
¡A nosotros nos encanta jugar con ella!